Cuatro Blanquer por Valls Satorres: «Una dècada sense Blanquer» (IV)

 CabeceraPMB. El compositor José María Valls Satorres nos facilita cuatro artículos propios publicados en el desaparecido periódico «Ciudad» sobre otras tantas obras sinfónicas de Blanquer: Invenciones para Orquesta, Tríptico Orquestal, Iridiscencias Sinfónicas y De Profundis. Con esta última, la Orquesta de RTVE le dispensó un homenaje póstumo a finales de 2005, tal como nos comenta el autor de La casa de las chirimías.

 

«Invenciones para Orquesta» (Ciudad, 30 de octubre de 1984)

J.M. Valls Satorres. La Orquesta Sinfónica de la RTVE bajo la dirección del maestro Enrique García Asensio, interpretó por primera vez en el Teatro Real de Madrid la composición de Invenciones para Orquesta de nuestro paisano Amando Blanquer. Obra compuesta para un gran contingente orquestal, incluída arpa, piano y una nutrida gama de elementos de percusión. Consta de cinco piezas: Canónica, Heráldica, Elegíaca, Jocosa y Festiva. Esta obra obtuvo en 1983 el Premio Joaquín Turina por el Ayuntamiento de Sevilla y está dedicada al maestro Enrique García Asensio. Así, relatado con palabras, pierde Invenciones para Orquesta su lucimiento sinfónico, hay que escucharla, ver, cómo todo el colorido de la banda sonora, entra en el abovedado horno orquestal de Blanquer. Su concepto armónico evidente, su construcción contrapuntística, su intervención rítmica y virtuosística son de un gran efectismo. La primera pieza, Canónica, nos da una serie de contestaciones, que nos recuerda los cánones tradicionales de escuela, pero con procedimientos nuevos, propios de nuestro tiempo. En Heráldica, después de la aparición del primer tema, metales, percusión, madera, cuerda, se reparten el tramado multicolor de esta segunda pieza, revelando la fuerte y original personalidad del autor. Elegíaca es la tercera pieza, cargada de un íntimo y cálido lirismo donde la cuerda crea una atmósfera apropiada y que va transmitiendo «in crescendo» al resto de la orquesta (durante su transcurso unas entradas respectivas de trompetas, timbales, trompas, etc. nos recuerdan por un momento la marcha cristiana Salmo).

Enrique García Asensio (Valencia, 1937) a quien Blanquer dedica su "Invenciones para Orquesta"
Enrique García Asensio (Valencia, 1937) a quien Blanquer dedica su «Invenciones para Orquesta»

En la cuarta pieza, Jocosa, nos encontramos con un cierto aire de danza alegre y festiva, con su paisaje, color, ambiente y carácter, dentro de un denso espíritu de concepción, y por último, Festiva, discurre por cauces de gran fluidez y extraordinaria fuerza interna, con un planteamiento dinámico y rítmico, donde todos los instrumentos tienen asegurada su intervención, continúa «in crescendo» el complejo discurso de ideas, hasta un paroxismo final de gran efecto orquestal.

Blanquer comenta en un artículo anexo al de Valls Satorres: «Invenciones para orquesta» sigue su habitual línea musical, no es un punto y aparte en mi estilo y mi propia trayectoria. La pieza es una obra muy meditada con un trabajo técnico completo y realizada con la máxima seriedad posible». La dedica a García Asensio, «por su labor en pro de la música y por una deuda que muchos tenemos con él».

La pieza, «bastante divertida por el enorme campo interpretativo que le aporta a la orquesta», obtiene según el compositor alcoyano, «un resultado amable».

Tal como menciona más arriba Valls Satorres, la obra consta de cinco partes: Canónica, Heráldica, Elegíaca, Jocosa y Festiva. «El nombrar de esta forma a cada una de las partes es sobre todo el sentido simbólico que cada una puede tener, entresacado de lo más característico, lo que más sobresale de ellas. En Heráldica, por ejemplo el tipo temático es el recuerdo de cuando era pequeño y veía pasar a los Heraldos, en Elegíaca el motivo es más íntimo, más expresivo y, en Festiva, hay unas notas inspiradas en la música popular alcoyana».

Amando Blanquer no quiere valorar la aportación que haya podido obtener Invenciones para Orquesta dentro del panorama musical español actual. «Es muy difícil emitir un juicio. hay partituras que en su momento fueron supervaloradas y más tarde pasaron desapercibidas y viceversa. Está el caso de Bach quien fue redescubierto 150 años después. El entrar en valoraciones el propio compositor, creo que es secundario. El músico se debe dedicar a crear, componer música, yo debo de hacer la música que sea capaz, ser honesto y sincero conmigo mismo y continuar mi trayectoria».  

«Tríptico Orquestal»  (Ciudad, 11 de mayo de 1985)

 Vicente Ros (Sueca, 1945) estrenó la obra original para piano del "Tríptic Orquestal"
Vicente Ros (Sueca, 1945) estrenó la obra original para órgano del «Tríptic Orquestal»

J.M. Valls Satorres. La Orquesta Municipal de Valencia dirigida por su titular Manuel Galduf dio un concierto el pasado 1 de mayo en el Teatro Real de Madrid, con motivo de la Muestra Musical de las Comunidades Autónomas, que organiza el Ministerio de Cultura a través de la Dirección General de Música y Teatro. En dicho concierto, se interpretó una obra de nuestro paisano Amando Blanquer, titulada Tríptico Orquestal. Compuesta en principio como una pieza para órgano, se estrenó en la Iglesia de San Antonio de Valencia en 1979 por el organista Vicente Ros, posteriormente transcrita para banda, fue estrenada por la Sociedad Musical de Algemesí en 1983, bajo la dirección del propio autor.

Una vez más, hay que descubrirse ante la evidente inspiración melódica, armónica, contrapuntística, rítmica y rico colorido orquestal que posee Blanquer, a la vez que se proclama la madurez de un estilo personal e inconfundible del compositor.

Del Tríptico Orquestal, escribe Hernández Guirado, director de la banda de Alzira, «es una verdadera excepción de las que Dios y la Naturaleza nos suelen regalar de tarde en tarde, como una justificación de la Creación.»

Esta obra en su versión orquestal, está destinada a una nutrida orquesta y consta de tres movimientos. Comienza con un Preludio en el que su carácter plenamente ornamental, se apoya en principios tradicionales de la música de los organistas del siglo XVII, discurriendo por cauces de gran fluidez. El segundo movimiento Coral es de una gran densidad, de extraordinaria fuerza interna, de melodía generosa, amplia, cálida, arropado siempre por la riqueza de un buen tramado orquestal. En el tercer movimiento, Tocata, nos presenta una escritura muy brillante, rítmica, audaz, y de forma libre, llena de aciertos, color y magníficamente instrumentada, terminando con una manifestación sonora de gran fuerza.

«Iridiscencias Sinfónicas» (Ciudad, 22 de Noviembre de 1997)

J.M. Valls Satorres. La Orquesta Sinfónica de RTVE, en el quinto programa de la temporada 97/98 ofreció con carácter de estreno Iridiscencias Sinfónicas, de Amando Blanquer. Esta obra fue compuesta entre septiembre y diciembre de 1985 por encargo de la Generalitat Valenciana para celebrar el Primer Centenario del Certamen Internacional de Bandas «Ciudad de Valencia» y estrenada en la Plaza de Toros de Valencia el 19 de julio de 1986 por la Real Harmonie de Thorn de Holanda. Desde el primer instante tuvo una buena aceptación, incluyéndola en sus repertorios agrupaciones tan acreditadas como la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, de Barcelona, de Valencia y Primitiva de Llíria (esta banda la tiene grabada en CD junto con Semblances de la meua terra de Luis Blanes, entre otras). La versión de orquesta fue presentada en enero de 1996 en el Palau de la Música de la Orquesta de Valencia, bajo dirección de Enrique García Asensio.

"Iridiscencias sinfónicas" aparece grabada por La Primitiva de Llíria dirigida por Ramón Ramírez Beneyto en el CD "Portrait of Amando Blanquer"
«Iridiscencias sinfónicas» aparece grabada por La Primitiva de Llíria dirigida por Ramón Ramírez Beneyto en el CD «Portrait of Amando Blanquer»

Escribe Carlos José Costa en el programa de mano: «Esta obra fue concebida por Blanquer de modo que pudiera ser interpretada indistintamente por una banda sinfónica o por una orquesta sinfónica. No se trata de una transcripción de una versión respecto de la otra, sino de una concepción creativa así deseada y motivada por el carácter lúdico de los temas y su estructuración formal, en los que Blanquer insufla aires actualísimos, de gran calidad expresionista y excelentes recursos armónicos y contrapuntísticos.»

Iridiscencias Sinfónicas es producto de un dilatado proceso de meditación y guarda estrecha vinculación con la creación sinfónica del maestro. Compone con gran independencia, y resulta emocionante comprobar un dominio total de la forma, el uso gradual de los medios partiendo del sorprendente manejo de los colores (música para gran orquesta con tres flautas y flautín, dos oboes y corno inglés, dos clarinetes y clarinete bajo, dos fagotes, cuatro trompas, cuatro trompetas, tres trombones y tuba, cuerda al completo y un incremento colorista de percusión que necesita hasta siete percusionistas), y cómo éstos cristalizan en la inconfundible personalidad proada de la época de madurez del compositor.

Dividida esta obra en tres movimientos: Hoqueto, Intermedio y Ricercar, el autor aprovecha estilos y maneras compositivas pertenecientes a la música antigua que reciben originales e interesantes horizontes de expresión. El carácter del Hoqueto obedece a una mezcla de ritmos truncados que se suceden entre dos ideas sonoras. La siguiente pieza Intermedio es de índole exquisito y expresivo que no rehúsa a los ya clásicos racimos sonoros propios de la música contemporánea en la que alude al tempo de habanera, y al ampuloso ritmo de la marcha mora, ambos tan típicos de nuestra tierra. Ricercar, que significa «búsqueda» es la pieza con la que finaliza la obra, es de estilo contrapuntístico y se presenta bajo la forma de una unión de motivos brevemente desarrollados que hacen relación a la escritura de imitaciones.

«De Profundis» (Ciudad, 28 de Octubre de 2005)

J.M. Valls Satorres. El pasado jueves día 20, y el siguiente viernes 21 de octubre, en el Teatro Monumental de Madrid, la Orquesta y Coro de la Radio Televisión Española en su segundo concierto de la temporada 2005-06, bajo la dirección de su titular Adrian Leaper, ofreció el salmo para solistas, coro y orquesta De Profundis de Amando Blanquer.

Amando Blanquer había cumplido setenta años. Hacía muchos que era una figura significativa, reconocida y admirada. En vida del maestro, la Orquesta y Coro de RTVE había programado con sincera intención de homenaje, en su setenta cumpleaños, una obra que iba a ser interpretada por primera vez por esta formación sinfónica.

Programa en el que la Orquesta y Coros de RTVE homenajeó a Blanquer en noviembre de 2005
Programa en el que la Orquesta y Coros de RTVE homenajeó a Blanquer en octubre de 2005

Recuerdo muy bien los momentos en que el gerente de la orquesta Pedro Botías, me explicaba el contento de Blanquer al saber que el comité artístico había determinado programar esta obra para la temporada de conciertos 2005-06.

A Blanquer le apreciaban los profesores de la orquesta. Podría citar muchos días, sobre todo en los descansos de los ensayos, en los que se arrimaban los músicos a conversar con el maestro, y él, con gesto risueño y bondadoso les trasmitía sus impresiones del instante.

Ese jueves 21 por la mañana, como todos los jueves de la temporada, la orquesta realizó su ensayo general con asistencia de espectadores. Yo estaba allí, saludé a varios músicos conocidos, y como no podía ser de otra manera, afloraron los recuerdos, entonces recordé una frase que Blanquer había dicho muchas veces: “A los músicos hay que recordarlos interpretando su música”.

La riqueza del lenguaje de Blanquer, se basa en la compenetración de una intención compositiva, deseosa de inscribirse en la evolución del ropaje armónico-contrapuntístico del siglo XX, la magnitud del pensamiento tonal, con muy pensadas licencias a la disonancia, el interés por los instrumentos tradicionales, la importancia que otorgaba al componer en función del timbre y las posibilidades del instrumento o instrumentos para los que estaba orientada la obra.

Afirmaba Blanquer: “Mi música viene inspirada por el instrumento que la articula. La idea nace palabra y la palabra tiene timbre”, y Adrián Miró, su amigo y biógrafo dice: “Se puede considerar que Amando Blanquer está a medio camino entre la tradición y la vanguardia, cultivando lo que yo llamo “humanismo musical” pero sin renunciar a las más amplias conquistas del lenguaje sonoro”.

El salmo De Profundis fue creado entre 1996 y 1997, está basado principalmente en el Salmo nº 142 de David, e incluye también textos bíblicos de El Cristo de Velázquez de Miguel de Unamuno, poemas de Rainer María Rilke y Romano Guardini.

“Creo que he unido la tristeza y la espiritualidad del amor trascendente”, explicaba Blanquer en una entrevista.

El salmo se estrenaría el día 9 de febrero de 2001 en el Palau de la Música de Valencia en versión de Gloria Sánchez, Ignacio Giner, José Antonio López, el Coro de la Generalitat Valenciana y la Orquesta de Valencia, bajo la dirección de Enrique García Asensio. Fue compuesto por encargo de la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana como homenaje póstumo a Vicente Vera, amigo del maestro.

El panorama de la obra es enorme, el salmo tiene una duración de poco más de quince minutos. Con relación al contenido musical, encontramos temas múltiples que se entretejen, desde un dominado lenguaje atonal, hasta la aleatoriedad más atrevida e interesantes efectos orquestales de copiosa complejidad. Los instrumento de viento denotan sus colores particulares, afanosas impresiones de tristeza y espiritualidad en la notable participación del trío de voces solistas, las partes del coro llegan a lo hondo, manifestando una gran diversidad de sentimientos, desde la latente soledad, hasta la delicadeza sublime.

La obra comienza calmada, seria, el clima conmovedor de la sección de cuerda en su parte noble, crea el momento adecuado de espiritualidad, siempre apoyado por efectos sombríos protagonizados por los instrumentos de metal en su registro más grave. Sobre este marco, aparece una breve idea melódica en la trompa, toca después el violonchelo un pasaje de intensa emotividad y en entradas sucesivas van presentando los diversos instrumentos de viento, sus pensamientos de profunda reflexión.

Toda esta parte, nos lleva a la aparición del coro, las voces se mueven con libertad, poco a poco van desgranando los textos del salmo, unas veces cantado otras en forma de plegaria, llegando a momentos extremos donde se produce un impresionante enjambre aleatorio entre el coro y la orquesta en pleno.

En el desarrollo las amplias intervenciones del trío de voces solistas, aparecen hermosas y expresivas y constituyen instantes de gran intensidad y lucimiento.

Vuelve a aparecer la calma, la música brota impregnada de una sensibilidad conmovedora, este efecto se ve incrementado a medida que avanza la obra.

Esta música plena de significado íntimo, de gran valor, finaliza extinguiéndose como un murmullo.

La interpretación del director Adrian Leaper del salmo “De Profundis”, fue extraordinaria, consiguiendo con claridad el carácter interpretativo que exige esta partitura y obteniendo un excelente equilibrio entre la orquesta y el coro que sonaron admirablemente.

La soprano nacida en Crevillente, Sandra Ferrández, el tenor de Molina del Segura, Eduardo Sandoval y el barítono Isidro Anaya, formaron un estimable trío en la interpretación de esta obra.

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