«La Casa de las Chirimías», un homenaje a «L’Entrà dels Moros»

Su propio autor, José María Valls Satorres, analiza esta marcha mora estrenada por La Primitiva el pasado 5 de octubre de 2014 e incluída también en el programa del concierto de Diumenge de Rams del 20 de marzo de este año. Este artículo apareció en la Revista de Fiestas del pasado año.

El título de esta marcha mora es una alusión a la “Casa de las Chirimías” de Granada. Un edificio construido a principios del siglo XVII junto al río Darro y rehecho en 1882. Su nombre se debe a que para amenizar las fiestas, se situaban en un mirador de la planta alta un conjunto de músicos, entre los instrumentos empleados predominaba el uso de las chirimías, entretanto las gentes de la época presenciaban las atractivas representaciones que se ofrecían en el paseo de los Tristes.
PORTADA DE LA CASA DE LAS CHIRIMÍAS
Y es en Granada, donde Camilo Pérez Monllor se inspira para componer El K’sar el Yedid o El alcázar nuevo, Granadino, y Alhambra, encabezamientos todos referidos a este pasodoble, homenaje a una parte de la Alhambra restaurada en los primeros años del siglo XX. Encima, hay que añadir la dilatada carrera del maestro por tierras andaluzas y norte de África, lugares donde avivaron su musa para escribir la marcha mora Uzúl el-msélmin popularmente L’entrà dels moros, fechada en mayo de 1914 en San Fernando, Cádiz.
Hablar de L’entrá dels moros después de cien años, escuchada por primera vez en la entrada de moros en 1915, es hablar de una composición, que ha resistido exultante el paso del tiempo, sencilla, sin alardes, de calle, es decir, al aire libre, prodigio de unidad de conceptos y ejemplo de composición. Una imagen sonora brillante y efectista, que solamente ambicionaba un enriquecimiento musical de la fiesta, y de la que me hablaba mi maestro Fernando de Mora y de su autor -Don Camilo, como él le llamaba- al que le tenía verdadero aprecio y veneración. Consecuencia de lo anterior comencé a interesarme por esta partitura, además de escucharla en vivo por la calle de San Nicolás en mis primeros años de músico, y el recuerdo de haberla tocado en alguno de los conciertos de la banda Primitiva, formación en la que fui llamado, junto al apreciado y recordado amigo Pepe Almería, a colaborar como clarinetista en sobradas ocasiones.

Panorámica de La Casa de las Chirimías en Granada
Panorámica de La Casa de las Chirimías en Granada

Desde el punto de vista musical, La Casa de las Chirimías, se apoya en la recreación de esbozos tomados de L’entrà dels moros, y otros que no lo son, interés por su ritmo, casi el protagonista principal, predominio del elemento melódico de orientación melismática, fundamentados en la música arábigo-andaluza, simplicidad contrapuntística, aparte de elementos característicos acompañantes, procurando darle la más adecuada significación.
La partitura para banda tiene dos versiones. En la primera versión incluye un grupo de chirimías que asumen un papel importante y airean su riqueza de colorido con oportunidad, amén de hacer honor al título de esta marcha mora. En la segunda versión se han omitido las chirimías, interpretación en la que se expresan otras características tímbricas.
La marcha mora La Casa de las Chirimías con esta alusión: “Un homenaje a L’entrà dels moros”, se escuchó por vez primera en el Círculo Industrial alcoyano, el domingo 5 de octubre de 2014, a la Corporación Musical Primitiva dirigida por Àngel Lluís Ferrando Morales, en el concierto homenaje “100 años de L’entra dels moros” (Uzúl el Msélmin- Camilo Pérez Monllor).
Para analizar su estructura, partiremos de una introducción, seguida de unas secciones o partes y coda que llegamos a fijarlas así: Introducción- A-B-C-D y Coda.


Introducción
La vigorosa introducción, se extiende a lo largo de cuarenta y seis compases y comienza con un ritmo de timbales y demás útiles de percusión, extraído de la centenaria marcha mora de Pérez Monllor. A este inicio del ritmo se le agrega un breve diseño melódico, interpretado por las chirimías, que prepara la entrada del metal en poderoso fortíssimo, que hace sonar en forma de fanfarria la cabeza de un tema inspirado en L’entrà dels moros, a este motivo se les une las maderas en un diseño de ornamentación melismática. Proceso melódico-rítmico que cede el paso a la sección primera.

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A) Sección I
Con el júbilo imperante entramos en esta sección primera, un nuevo tema es confiado a las chirimías que entonan una melodía sumamente adornada, en contraposición las maderas desarrollan un contra-tema también muy coloreado; las dos partes establecen una expresiva conversación asentada sobre un acompañamiento instrumental sencillo y justo. Un regulador, crescendo molto, nos conduce al enlace con la sección segunda.

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B) Sección II
Un cambio de matiz, concede al discurso musical un colorido de gran efecto sonoro, la brillantez se verá en aumento y robustecida por un tutti instrumental, ahora sin chirimías. En el desarrollo temático intervienen en su entramado varios planos sonoros. Uno en la parte
superior protagonizado por una melodía muy ornamentada, otro en la parte media como repuesta a la parte anterior y, a estos se les suma un tercer plano, en una solemne sucesión de acordes decorado por metales y sobre un constante ritmo de timbales y demás efectos de percusión, con esta atmósfera de acentuado vigor termina esta sección y cede el paso a la sección tercera.
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C) Sección III
Esta sección, en contraste con la anterior, las chirimías primero y las maderas después, introducen un melodía de ingredientes orientalizantes, ya empleada anteriormente en la fanfarria, Fortuna favorable, -por lo general, el uso intencionado de elementos semejantes en obras distintas, es algo espontáneo en la obra de un compositor- una nueva transición in crescendo deriva en el clima brillante de la sección cuarta, entonado por todo el tutti instrumental tocado en fortíssimo.

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D) Sección IV
Ahora, el metal, grande, poderoso, confiere todo su sostén a una nueva idea melódica, mientras las chirimías y maderas en la parte media desarrollan mediante arabescos otra idea secundaria, completa el entretejido contrapuntístico de esta sección, un tercer motivo que se desarrolla en la parte superior a cargo de otro grupo de maderas de timbre agudo, alcanzando la cima emocional con la entrada de la coda que pone el broche final.

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Coda

Esta última parte de La casa de las chirimías, que comprende la Coda, finaliza con celebración: “Un homenaje a L’entrà dels moros”, – como no podía ser de otro modo- sobre un pasaje solemne, grande, basado en la centenaria marcha mora de Camilo Pérez Monllor.
Exultante música la de este maestro, que nos llena bajo todos los aspectos, nos motiva y emociona, una apoteosis musical que refleja la atmósfera, la riqueza fantástica, y los personajes en escena, en la cadenciosa entrada de moros alcoyana.

6José María Valls Satorres
Madrid diciembre de 2014

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